Llegamos temprano a recoger a nuestra abuelita Hormecinda, ella gracias a Dios cuenta con una red de apoyo de vecinas, sobre todo una que se llama Nazaria, quién en esta ocasión nos acompañaría a la cita de especialidad. Subimos al auto, aseguramos a nuestra abuelita con el cinturon y partimos. En el camino la señora Nazaria nos contó mucha información de nuestra abuelita, sobre la familia que tuvo, y que ella era la hermana menor, por lo que sospecha que la abuelita ya no tenga más familia. Llegando a la clínica pasamos por triaje, donde la abuelita hizo reír a las técnicas con sus ocurrencias y carisma. Luego subimos por el ascensor con el uso de una silla de ruedas, ya que nos hemos dado cuenta que cada vez empieza a tener más débiles las piernas y tambalea un poco al caminar. Esta cita a especialidad surgio debido que en una anterior cita domiciliaria con medicina general, la abuelita presentaba dolores en la parte baja del vientre, y el doctor nos pidió pasar por esta especialidad. Al principio la abuelita no quería dejarse revisar, porque tenía miedo, felizmente entre todas pudimos hablarle a la abuelita para que coopere, y que todas estabamos ahí para cuidarla. El doctor determinó que tenía una infección pero no sabía la causa de esta, nos envio medicina para que inicie el tratamiento nuestra abuelita. De camino a casa de la abuelita compramos los medicamentos, fue un poco difícil encontrarlos, pero logramos todos. Estaremos entregando los resultados al doctor de medicina general para saber cual sera el siguiente paso.